Consolas de disparo Tecnología en la Pirotecnia
Seguro que muchos de vosotros, aficionados a la pirotecnia, sabéis exactamente lo que son las consolas de disparo. Pero como aquí nos puede leer todo el mundo, tanto aficionados como simples visitantes, voy a intentar exponer algo sobre este tema, un tanto “desconocido” por muchos y que está a la orden del día en el mundo pirotécnico.
Si ahora mismo hiciéramos una encuesta a pie de calle preguntando “¿Cómo se disparan los castillos de fuegos artificiales?”, aproximadamente calculo que un 80-85% de los encuestados afirmaría que los fuegos artificiales se disparan “a mano”. Si eres de los que piensas eso, al leer este artículo comprenderás verdaderamente como la tecnología también ha llegado a la pirotecnia. Si por el contrario, ya conocías algo sobre el tema, leer este artículo puede que te aporte poco pero te resultará más sencillo reflexionar al final del mismo. Sin más preámbulos voy al grano.
Un poco de historia
Hasta hace escasos años, los castillos de fuegos artificiales se disparaban como antaño. El pirotécnico, gran conocedor del fuego, era el encargado de dar fuego a las mechas de los diversos artefactos que conformaban la colección. Esto lo hacía ayudado con mechas de algodón y más recientemente con los denominados “botafuegos”, aunque en otras ocasiones el puro también hacía las veces de encendedor. De esta forma, el pirotécnico estaba en continua circulación entre los morteros mientras éstos disparaban las carcasas, exponiendo su vida al peligro de este oficio. Para castillos más grandes, un hombre no era suficiente, por ello varios operarios debían disparar intentando sincronizar el fuego desde varios puntos, cosa más difícil y que limitaba la posibilidad de crear grandes fachadas.
Los primeros equipos de disparo
La pirotecnia, como cualquier otro campo, evoluciona. Las pirotecnias han invertido mucho dinero en investigación y desarrollo, pues como en cualquier otra empresa se busca la competitividad de los productos. Hace unos años algunas empresas apostaron por un sistema eléctrico de disparo. De ahí nacieron las primeras maletas de ignición eléctrica, con prestaciones reducidas y que estaban al alcance de pocos. Para algunos esto no era algo digno, ya que se perdía la larga tradición del disparo manual que hacia diferenciarse a los “mejores” pirotécnicos, como aquellos que tenían un mayor control sobre el fuego.
Básicamente el funcionamiento de este sistema es el siguiente. El pirotécnico encargado del disparo, dispone en la consola de varios pulsadores que abren el paso de corriente eléctrica. La corriente, una vez abierto el circuito, pasa por los inflamadores (resistencias) que se calientan por el efecto Joule. La energía disipada en forma de calor hace que arda una pequeña cantidad de mezcla inflamable. Ese pequeño fuego originado en los inflamadores, es el que hace arder la mecha de los artefactos. Por lo tanto los inflamadores serían como pequeñas cerillas eléctricas.
Con la utilización de este sistema se aumentó la seguridad a la hora de realizar los disparos, algo muy valorado ya que actualmente prima la seguridad ante cualquier otra cosa. Los pirotécnicos se situaban a cierta distancia del material. En caso de fallo de un artefacto, la distancia reducía considerablemente los daños que podía causar sobre el personal. Por otra parte, el sistema eléctrico permitía dar fuego simultáneo a varios puntos, pudiendo crear así fachadas con una apertura mucho mayor.
Con el paso del tiempo los sistemas mejoraron, y su implantación en las empresas fue total. En la actualidad hasta los pequeños castillos se disparan con esta técnica (salvo alguna excepción).
La evolución tecnológica
Las empresas descubrieron que el sistema eléctrico de disparo podía ser algo a lo que se podía sacar mucho más jugo y con el avance de la informática los equipos de disparo también avanzaron. En pocos años se pasó desde las primeras maletas hasta los sofisticados sistemas actuales, algunos de los cuales incluyen un pequeño ordenador capaz de almacenar y disparar de forma automática un espectáculo.
Las nuevas prestaciones de estos equipos se hicieron visibles en los nuevos castillos de fuegos. La programación del fuego con precisiones milimétricas hacía posible la realización de efectos coreográficos inimaginables por los antiguos maestros, tales como aperturas en abanicos, disparos progresivosÂ…. Pero fue en el campo de los piromusicales donde más se pudo notar esta introducción tecnológica. La sincronización de estos espectáculos alcanzó una calidad extraordinaria y gracias a ello podemos disfrutar de increíbles creaciones al ritmo de la música disparados completamente por ordenadores (previa programación).
También recientemente los sistemas digitales llegaron a las tradicionales mascletaes. Aunque la parte básica de este espectáculo se mantiene, algunas pirotecnias han decidido incorporar, tanto al comienzo como al final, grandes acrobacias con el fuego realizadas gracias a equipos electrónicos. Desde disparos progresivos alrededor del recinto hasta las maravillosas creaciones musicales a base de truenos de ignición digital. Esta técnica de “mascletá digital” es muy vistosa ya que la intuición del ritmo musical es muy clara y se ha llegado a incluir en castillos de fuegos artificiales (como se puede ver en el video del disparo de Europlá en Barcelona 2009). En este campo destaca la valenciana Europlá, pionera en España, aunque cada vez son más las pirotecnias que la siguen viendo en esta técnica una forma de llamar al público.
Actualmente existen varias empresas que se dedican al diseño y venta de estos equipos de disparo (Fire-One, Pyrodigit, Pyrodigital,Â…) incluso algunas pirotecnias diseñan sus propios sistemas acordes a sus necesidades, como por ejemplo el sistema Efisy de la pirotecnia Vicente Caballer.
Modernos sistemas de disparo. Lo que implica su uso
Como he dicho anteriormente, con el uso de estos equipos se ha ganado seguridad y los espectáculos a su vez han ganado espectacularidad. Pero la utilización del sistema eléctrico ha convertido los montajes de los castillos en grandes despliegues técnicos. Un espectáculo de gran tamaño implica un gran número de líneas de fuego y por lo tanto es necesario extender metros y metros de cable para conexionar los inflamadores.
Por otro lado, existe la posibilidad de disparar un castillo de forma “manual” o dejar que el ordenador lo haga todo “automático”. PeroÂ… ¿confiar todo el trabajo a un ordenador es algo descabellado? Ahí es donde cada cual se aplica su cuento. ¿Quién en su casa no ha estado usando alguna vez su ordenador y se ha quedado “colgado”? Pues en la pirotecnia también ocurre y en el momento menos oportuno. Por poner un ejemplo reciente, la mascletá de Martí en Alicante este mismo año. Todo estaba saliendo como estaba planeado, pero al llegar el bombardeo final, se quedó colgado el espectacular digital que tenía previsto y tiró por tierra todo el espectáculo.
Una vez comentada la evolución y principios de los sistemas de disparo, llega el turno de la reflexión personal. Puede que a algunos os gusten las innovaciones en los espectáculos que permiten estos equipos. Quizás a otros no, porque seáis amantes de lo tradicional. Lo que si que está claro es que se ha ganado seguridad en la profesión y que la tecnología está a disposición de la creatividad de los pirotécnicos. Ahora más que nunca pirotecnia y tecnología están unidas para ofrecer nuevas sensaciones al público. Si actualmente los ordenadores son los encargados de disparar espectaculares colecciones de fuegos artificialesÂ… ¿qué ocurrirá si la tecnología sigue avanzando? ¿Qué novedades nos esperan en los próximos años? ¿Hasta dónde llegará la evolución de los sistemas de disparo? ¿Con qué nos sorprenderán los pirotécnicos en el futuro?
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Fotografía "plaza del ayuntamiento" gentileza de PIROART.COM - portal de pirotecnia